Y es que la cantante estaba en negociaciones para ser la nueva portada de la revista. El principal motivo para el rechazo final de la revista ha sido las fotos publicadas en las que sale como dios la trajo al mundo y por eso la revista se quiere lavar las manos.
De todos es sabido que Rihanna no pasa por su mejor momento personal. A la separación con Chris Brown y su repentina reconciliación, hay que sumar las duras críticas de la prensa americana por salir con Andrew Bynum, el pívot de los Lakers.
A todo esto hay que sumar el tema de las fotos desnuda que ella mismo se hizo en un hotel. Y es que las fotos corrieron como la pólvora. A partir de ese suceso, la revista canceló todo tipo de negociación con la cantante.