La industria discográfica mundial ha pedido al Gobierno español que endurezca sus medidas contra la piratería en Internet, incluida la llamada «Ley Sinde», ante el panorama «desolador» que ofrecen las descargas. Durante la presentación de su informe anual en Londres, la responsable ejecutiva de la IFPI, Frances Moore, ha lamentado la «lentitud» del Ejecutivo y ha achacado a la falta de regulación estatal la mala situación en España.
«Tenemos grandes dificultades para que el Gobierno de España apoye nuestras propuestas«, aseguró, comparando nuestro país con otros países europeos; según sus estimaciones, nuestro país ha sufrido un descenso del 21 % de las ventas en 2010.
Moore subrayó, además, que la ley Sinde no conseguirá reducir el consumo ilegal de música, ya que sólo limita las descargas a través de páginas web, lo que en su opinión llevará a los usuarios buscar alternativas como los programas de intercambio de archivos.
Ha criticado asimismo el papel del sector de las telecomunicaciones en España, que no comparten la «visión» de la industria musical respecto a la necesidad de limitar la descarga de canciones sin licencia.
La IFPI alertó de que España duplica la media europea de descargas musicales ilegales a través de internet y se erige, junto con Brasil, en uno de los países donde la situación de la industria es más grave, según Moore. El 45 % de los internautas españoles hace un uso «frecuente» de páginas o redes de intercambio de archivos, mientras que la media en el resto de Europa es del 23 %, según desprende del estudio presentado.
El informe dedica una página a enumerar las «continuas cifras negativas» acumuladas en la última década y los «devastadores efectos de la piratería» en el país, y señala que la cuota de mercado de los artistas españoles ha caído por debajo del 40 %, cuando casi duplicaba este porcentaje en 2004.
La IFPI subraya que el problema de la piratería golpea especialmente a los artistas noveles, dado que la ausencia de márgenes para la inversión hace que los grupos y solistas que triunfen son los ya consolidados, «sin dejar apenas hueco para los emergentes«. Por segundo año consecutivo, ninguno de los 50 discos más vendidos en España en 2010 corresponde a un artista nacional debutante, cuando en 2003 fueron diez, apunta el informe.
La industria señala que hasta 2004 al menos un artista español conseguía vender en Europa más de un millón de copias, algo que no ha vuelto a ocurrir desde 2007, cuando Álex Ubago alcanzó esa cifra.
Moore subrayó la aceptación «masiva» que está cosechando en Estados Unidos la tienda virtual de Apple, iTunes, así como la progresiva implantación mundial de servicios de suscripción como Spotify. Pese a las buenas perspectivas, la industria discográfica advierte de que el 95% de las descargas continúan siendo ilegales.