La banda británica Coldplay ha tomado una postura totalmente incomprensible con respeto a las nuevas tecnologías. El grupo ha decidido que mantendrá a su más reciente álbum «Mylo Xyloto» fuera de todos los servicios de transmisión ilimitada de música por Internet como Spotify, Rdio o Rhapsody, que pagan a los artistas una fracción de centavo de dólar cada vez que alguien escucha una de sus canciones. La discográfica EMI declara estar «un poco avergonzada» por esa desición.
Mientras los artistas más reconocidos, como R.E.M. o Tom Waits, cuelgan a través de servicios de ‘streaming’ sus creaciones, a veces incluso antes de que su disco salga a la venta de forma tradicional, Coldplay se cierra a un sin fin de posibilidades con esta absurda resolución. ¿Realmente no comprenden que no queda otra que adaptarse o morir? La explicación que dan los músicos es al parecer por que quieren que el disco sea «escuchado como una obra cohesiva», pero la verdad eso no convence nada ya que en iTunes, donde «Mylo Xyloto» sí está disponible, se puede comprar canciones sueltas sin problemas.
Curiosamente hace menos de una semana que el propio líder del grupo Chris Martin decía que éste probablemente sea el último disco de Coldplay ya que el grupo no se ve con demasiadas fuerzas para competir con los músicos jóvenes como Adele o Justin Bieber. Pues ya sabrán que tanto Adele como Justin Bieber sí trabajan con servicios de ‘streaming’ y mira que los discos se venden como churros.
Además al grupo se puede acusar de hipocresía también por el hecho de que el pasado miércoles el concierto que Coldplay dio en la Plaza de Toros de las Ventas, en Madrid, fue retransmitido en ‘streaming’ a través de YouTube.