A veces la falta de autocrítica y la autoironia lleva a alguna que otra estrella a este tipo de decisiones que yo llamaría estúpidas. Beyonce acaba de dar a la diana y prohíbe el acceso de los fotógrafos forasteros a sus conciertos que se celebrarán dentro de su nueva gira «Mrs. Carter». A cambio invite a la prensa utilizar los servicios de los fotógrafos autorizados de la cantante.
No es ningún secreto que las fotos de su actuación en Super Bowl en febrero de este año no le han gustado nada a la cantante. Beyonce se ha olvidado la ley de oro en Internet: no importa si hablan bien o mal de ti, lo importante es que escriban bien tu apellido. Aquellas fotos, que dejaban a la cantante bastante mal, la verdad, causaron un revuelo mediático. Miles de fotomontajes, unos más graciosos que otros, llenaron las redes sociales. Y en vez de aprovechar el tirón mediático, Beyonce se toma la postura «ahora me enfado y no respiro» que no habla muy bien de sus aptitudes personales. Por no decir que esa postura es muy poco profesional.
Aunque últimamente los criterios profesionales de Beyonce se tambalean cada vez más. Sin ir más lejos, recordad esa fea y extraña historia con el playback en la investidura de Barack Obama pocas semanas antes de la Super Bowl.
Y por ello no puedo no recordar alguno de los fotomontajes más graciosos con Beyonce.
