El domingo 2 de marzo se celebró la gala de los Oscar en su 86 edición. Acostumbrados a citar los premios más sonados a veces pasamos por alto una de las profesiones más creativas y que son condicionantes para una película: Los efectos sonoros, la música original, la mejor canción original.
Los Oscar no solo es cinematográfico sino también es un premio del sonido y de la música. Los premios a la mejor edición de sonido y la mejor mezcla de sonido en la gala del pasado 2 de marzo se la ha llevado «Gravity». Lo cierto es que la bobina lo merece, sólo el que la haya visto en el cine y en 3D podrá darse cuenta de su calidad. En la edición de sonido se unen tres parámetros: el diálogo, los efectos, y la música. En grandes industrias estas tres tareas van por separado y en los montajes o películas más modestas las puede llegar a realizar el mismo creativo.
Las mezclas de sonido corresponden a la ecualización del mismo, todo para conseguir volumen y ambiente sonoro especial para cada película, incluso para limpiar lo que denominaríamos ruidos que entorpezcan esa atmósfera.
Por último está el Oscar a la mejor canción original, que esta vez se la llevo «Let it go» de la película «Frozen: El reino del Hielo». Otra vez la factoría Disney se coloca un Oscar a la mejor canción.