Según un estudio Observatorio y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales realizado durante el primer semestre de 2011, tan solo dos de cada 100 canciones que consumimos digitalmente en España se ha adquirido de manera legal.
Según José Manuel Tourné, portavoz de la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, estos datos son «gravísimos». En términos económicos ésto supone unas pérdidas para la industria de 2.746 millones de euros. Según Tourné, las consecuencias podrían haber sido menores «si no hubiese tantas demoras para poner en marcha la llamada ‘Ley Sinde’«:
«No es que los españoles seamos más piratas que en otros países, es que las leyes aquí no están claras.»
En cambio con la Ley Sinde «se podrá iniciar procesos administrativos por la vía civil y también la penal contra las entidades que compartan contenidos sin permiso y con ánimo de lucro». Y según José Manuel Tourné ésto «permitirá cambiar radicalmente la situación actual».
El global del volumen económico de todos los contenidos pirateados (incluyendo música, películas, videojuegos y libros) durante el el período analizado asciende a 5.229,4 millones de euros, lo que supone una tasa global de piratería en el conjunto de sectores que analiza el estudio de un 77,3%. Tras la música, que es la que ocupa el primer lugar en el ranking de contenidos pirateados, aparece el cine con un 73,9%, que supone 1.401,8 millones de euros de pérdidas.
En el estudio no se especifica si se ha tenido en cuenta el consumo legal de los contenidos musicales a través de los servicios de streaming.
Generalmente el estudio presentado huele ‘un poco’ a parcialidad. Y lo que queda claro es que la industria musical actual está desapareciendo tal y como la conocíamos hasta ahora. Lo que para algunos viene siendo una catástrofe, para otra – gran oportunidad ya que en tiempos de crisis el lema principal solo puede ser «renovarse o morir». Quizás los músicos españoles deberían tomar el ejemplo de los grandes triunfadores del mundo musical actual, Lady Gaga y Justin Bieber, que en sus estrategias comerciales se adaptan constantemente a la realidad digital, convirtiendo el Internet en su gran aliado, y no en enemigo, como lo suelen hacer la mayoría de los artistas españoles.
Además, antes de hablar de perdidas y rogar pronta integración de la mediocre Ley Sinde, la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos debería fijarse primero en las cantidades estafadas y robadas por la principal impulsora de la Ley Sinde, Sociedad General de Autores y Editores. Parece que pronto se les ha olvidado la gran estafa de los últimos años que tenía en base la especulación con estos mismos derechos de los autores.