La cantante estadounidense Katy Perry ha celebrado una gran fiesta la noche de este lunes en el Palau Sant Jordi de Barcelona, con el primer concierto europeo de su gira ‘The Prismatic World Tour’, un show en el que ha demostrado su amor por los gatos, los motivos egipcios, los colores flúor y los ‘smiley’.
Además de coronarse como la princesa pop con más sentido del humor, Perry se ha entregado por completo a los cerca de 13.000 fans de alrededor del país congregados en el único concierto que ha recalado en España, al que muchos han asistido ataviados con orejas de gato en honor al mote de sus seguidores, que se hacen llamar ‘Katycats’.
Después del estreno como telonera de la cantante británica Charli XCX, que la acompañará en las siguientes citas, la californiana ha iniciado el concierto rugiendo su single ‘Roar’, decorada con neones y rodeada de bailarines con motivos tribales de color arcoiris, que han sacado unas lanzas brillantes para acompañarla en el segundo tema de la noche, ‘Part of me’.
Tras el ritmo más pausado de ‘Wide Awake’, la cantautora ha saludado al público y ha hecho la primera broma de la noche deseando «Buenos Nachos», tras recalcar cómo le gusta el plato y hacer notar que es parecido ‘buenas noches’. «Os debía esta noche», ha recordado Perry, que ha agradecido a los asistentes la espera, ya que hacía siete años desde su última actuación en España.
Después de invitar a los asistentes a disfrutar con las canciones ‘This moment’ y ‘Love me’, el espectáculo ha dado paso a la temática egipcia con ‘Dark Horse’ y ‘E.T.’, para las que la cantante ha aparecido vestida de faraona sobre un caballo dorado cantando, rodeada de su séquito de bailarines y bailarinas egipcios.
Perry ha adoptado el tono más provocativo y seductor de la noche para interpretar ‘Legendary lovers’, todavía con una cobra dorada en la frente y custodiada por dos bailarines con trajes romanos, y seguidamente ha pasado a una versión rockera de una de las canciones que la catapultaron a la fama, ‘I kissed a girl’, con protagonismo de las líneas de las guitarras y unos cañones de fuego.
Una introducción humorística sobre gatos hollywoodienses y maullidos de la cantante ha dado paso a otra de sus melodías más conocidas, ‘Hot N Cold’, para la que se ha servido de un ritmo más lento y jazzístico de lo habitual, vestida con un mono de leopardo rosa y orejas de gato.