Son el grupo del momento. Su nombre no sólo ha coronado las listas de lo mejor de 2010 elaboradoras por las revistas especializadas; además, Arcade Fire ha presidido los ranking de ventas de discos, se han colado en las radiofórmulas y capitanean el cartel de los festivales más prestigiosos de la temporada.
Pese a ser canadienses, los Brit Awards, los premios musicales más importantes en Gran Bretaña, también les dieron el martes su bendición. La formación se erigió en una de los triunfadoras de la noche al recibir los dos premios a los que podía aspirar: el de mejor grupo internacional y el de mejor álbum extranjero por The suburbs, publicado el pasado verano.
La noticia coincidió con la ampliación de la agenda de conciertos del septeto, algunos de ellos en España. A su fecha confirmada en el Festival de Benicassim, el próximo mes de julio, se une ahora una nueva en Vizcaya: la banda actuará el 13 de julio en la explanada del Museo Guggenheim, con un aforo para 7.000 personas.
Otros protagonistas de la velada fueron Take That, que tras largos años de separación vuelven a subirse a un escenario, Robbie Williams incluido. Aunque fueron distinguidos como mejor grupo británico, no lograron uno de los premios ‘gordos’, el de mejor álbum, pese a que su Progress es uno de los más vendidos en el país. En su lugar, se lo llevó la banda Mundford and Sons, una divertida muestra de folk rock con toques country que causa estragos entre el público británico.
Por su parte Tinie Tempah, artista inglés de origen nigeriano, recibió el premio al artista revelación y mejor single por Pass Out.