«Raska, raska, raskatriski, cusí, cusá, cusí, cusí, cusá», canta hoy Rosario, quien casi veinte años después del gato que hacía «uy, uy, uy», se declara «fiel al sonido Rosario» y publica un nuevo álbum, «Raskatriski», erigido sobre la base de sus recuerdos de infancia y con su inconfundible sello.
«Soy una gitana negra, desde la punta del pie hasta la cabeza«, afirma la cantante en una entrevista concedida hoy a Efe, en la que ha hablado de sus nuevos temas, como «Gypsy funky» o «Cómo se pasa la vida». «La vida es cortísima. ¿Dónde están esos 20 años?. Yo no los tengo ni en mi mente, ni en mi piel ni en mi corazón. Cuando te sientes bien y eres feliz, los años pasan rapidito«, advierte.
Haciendo balance desde la publicación de su primer disco, «De ley» (1992), la cantante considera que ha consolidado un estilo propio, «que es lo más difícil y el regalo más bonito: que la gente sepa nada más escucharte que eres tú. Y yo quiero ser fiel a él. Sigo siendo fiel a Rosario«, dice. Desde aquel exitoso primer disco compuesto por su hermano Antonio, ha habido además una evolución en la que la propia Rosario se ha consolidado como autora.
«Creo que el «Raskatriski» es la primer noción musical que tengo. Mis padres se morían de risa de verme tan chica bailándolo. Sólo recordaba una parte y en una reunión de amigos un día empecé a cantarlo y me animaron a inventar todo lo demás«, explica. Otras canciones son «Cómo te quiero» (inspirado por su hija) o «Un sólo corazón», del que dice que se lo cantaría al presidente francés, Nicolas Sarkozy, (quien anunció un plan de expulsiones de los gitanos rumanos de su país) «y al mundo entero». «Estamos creando un mundo sin piedad, falso y de mentira y, como sigamos así, nos extinguiremos. Me preocupa muchísimo el mundo que les voy a dejar a mis hijos. Estamos ciegos por el poder y no miramos las cosas buenas de la vida«, reflexiona.
Rosario comenta visiblemente emocionada una colaboración que podría ver la luz en breve y que conecta directamente con ese espíritu negro del que presume.