Hasta la celebración del Festival de Eurovisión aun queda más de medio año pero ya hay países que por la crisis se ven obligados en tomar esa sensata decisión y cancelar su participación en el evento. Este año Eslovaquia, Polonia, Portugal y Turquía pensaron que participar en un concurso musical sin mayor importancia no es algo en lo que merece la pena gastar el dinero de los contribuyentes. Y ahora lo ha dicho Croacia. Este país balcánico ha anunciado que no participará en el Festival de Eurovisión del año que viene que se celebrará en Dinamarca.
La razón es más que previsible – la complicada situación económica que está sufriendo en estos momentos el país hace que el gasto de participación en el Festival sea criticado duramente por parte de la sociedad croata. Sobre todo si tenemos en cuenta los poco destables resultados de los últimos años.
Y ya lo pensarán si querrán o no ver la retransmisión en directo del Festival o no. Esa decisión será tomada más adelante porque al fin y al cabo la retransmisión también cuesta dinero, eso si, dinero privado y dependerá de las cadenas de televisión, en función al interés mostrado por parte de los espectadores.
Yo diría que estamos presenciando el verdadero fin de la Eurovisión. El Festival cada vez tiene menos sentido y ya no es una competición artística sino competición quién gastará más dinero. Ante este panorama sigo sin comprender porqué España se aferra todavía a la participación en Eurovisión, concurso inútil, de mal gusto y que supone muy poca interes desde el punto de vista verdaderamente musical.