Cinco años después de la muerte del “rey del pop”, no solamente es legítimo que la industrial le rinda homenaje sino muy ventajoso para la misma en términos económicos. Los productores del nuevo y póstumo disco de Michael Jackson, “Xscape” de 2014, dejaron con la boca abierta a los asistentes de los Billboard Music Awards. Y es que han estado seis meses trabajando en una aparición basada en la tecnología de los hologramas para resucitar a la admirada estrella de la música.
Y no ha sido para menos el espectáculo, que al principio puede resultar un poco escalofriante, puesto que el holograma de Michael es tan parecido: con sus pantalones ajustados teja, cinturón de cadenas colgando, esa cazadora dorada tan glam, tan afín a la iconografía de Jackson, que parece un milagro. Un milagro recuperando la imagen más saludable de Jackson, la de los años 90’, interpretando una canción de este álbum póstumo Xscape, «Slave to the rythm».
Lo cierto es que fue todo una actuación nada comparable a una real, eso desde luego. Michael para desgracia del mundo de la música y de sus millones de fans no volverá. Lo que si continúa es el enriquecimiento de la industria y de sus descendientes con mucho menos talento y sacrificio. De hecho los hermanos superviviente de los Jacksons Five (todos menos Michael) ya tuvieron la idea de llevarse a su hermano en forma de holograma para sacarle rendimiento al mito más allá de la muerte.
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