Miguel Poveda publica este martes ‘Sonetos y poemas para la libertad’, un nuevo proyecto discográfico que nació de manos de Pedro Guerra y el poeta y ahora candidato de Izquierda Unida a la Comunidad de Madrid, Luis García Montero, en el que el artista ha puesto su voz a poemas de escritores como Quevedo, Rafael de León, García Lorca, Borges, Miguel Hernández, Pablo Neruda o Joaquín Sabina.
De todos estos autores, Poveda ha destacado uno con el que siente una conexión más profunda. «Cuando canto a Lorca tengo la impresión de haberle conocido, reconozco a un amigo en lo que escribe», ha manifestado este lunes durante una entrevista concedida a Europa Press.
«Veo y siento a Federico en su sentir, es como si un amigo te cuenta algo que le pasa y que le duele, y le duele a él a la vez que a ti», ha señalado el actor, quien destaca poemas como ‘El romance de la dulce queja’ y ‘El poeta pide a su amor que le escriba’ entre algunos de los ejemplos de esos escritos con los que se siente cercano al poeta.
La labor de Pedro Guerra en este proyecto ha sido, según ha indicado Poveda, la más complicada de este trabajo: dar música a estos sonetos y guardar «la emoción, la esencia y la coherancia del soneto».
El disco contiene un total de 15 temas, entre los que se encuentran ‘Hielo abrasador’, de Quevedo; ‘Guerra a la guerra por la guerra’, de Rafael Alberti; ‘La Lluvia’, de Jorge Luis Borges; ‘Amor mío si muero y tu no mueres’, de Pablo Neruda; ‘Bebiéndome la dulce primavera’, de Rafael de León y ‘Querido Guerra’, de Luis Eduardo Aute.
A ellos se suma ‘Soneto del Ángel deseado’, escrito por Guerra, por petición expresa de Miguel; así como ‘Para La Libertad’, de Miguel Hernández; ‘Desmayarse, atreverse’, de Lope de Vega; ‘Soneto de la dulce queja’, de Federico García Lorca; ‘Enrique y Granada’, de Joaquín Sabina; ‘Abril se ha equivocado’, de José Antonio Muñoz Rojas y ‘No volveré a ser joven’, de Jaime Gil de Biedma.
A pesar de los diferentes poemas y autores, el cantante ha asegurado que «no son terrenos ajenos o desconocidos» y, por ello, no ha sido un trabajo complicado. «La actitud es conectar con las emociones de las temáticas con las que trabajas, se activa así la sensibilidad y el trabajo entonces es hacerlas tuyas y cantarlas como si tú las hubieses escrito», ha resumido.
Poveda, quien ha asegurado que se queda «sin palabras» a la hora de explicar lo que le une a ciertos autores, ha afirmado que esta sensación es algo habitual a la hora de explicar «emociones fuertes» en el flamenco. «Al igual que cuando una mujer es madre, son sensaciones que has de vivir, son intangibles, son tan fuertes que se escapan a la explicación», apunta.